La inflación seguirá creciendo como bola de nieve mientras falten los dólares

Por: M.Sc. Willy Marcos Chipana Mamani
Periodista- Docente universitario
El economista Orison Swett Marden dijo lo siguiente: “La economía consiste en saber gastar y el ahorro en saber guardar”. Un pensamiento que se relaciona con la actual situación económica, después de haberse conocido la inflación registrada hasta abril de este año que alcanzó el 5,95% que representa el 79% con relación a lo estimado para esta gestión que es del 7,5%.
La causa de esta situación se debe a la falta de dólares en la economía formal e informal, así como la existencia de un mercado negro, donde el costo por cada divisa estadunidense fluctúa entre Bs 15 y Bs 17. Empero, la inflación tiene como inicio en el déficit fiscal que en 2023 alcanzó el 10,8% con relación al Producto Interno Bruto (PIB), lo que equivale a $us 5.000 millones y para el 2024 se proyectó 7,8%, que alcanza a unos $us 3.600 millones y para este 2025 se estimó 9,2%.
El déficit fiscal (altos gastos y pocos ingresos) creó una presión sobre las reservas internacionales netas (RIN) que causó su reducción de $us 15.122 millones a $us 2.618 millones entre 2014 y abril de 2025, lo cual se tradujo en la falta de dólares para la importación de bienes que demandan los consumidores como los medicamentos, repuestos de vehículos, insumos para la agricultura y alimentos.
Esta situación, el bajo nivel de las RIN causa una presión inflacionaria sobre los precios de los productos en los mercados porque derivó en una contracción en la oferta de dólares que los importadores requieren. Este escenario generó una devaluación en los ingresos de los bolivianos, es decir, el valor de la moneda nacional se depreció ante el dólar.
También, la inflación fue impulsado por el contrabando a la inversa, el cambio climático, la especulación y el escuálido resultado de las exportaciones que hasta febrero de 2025 alcanzaron los $us 550,2 millones y las importaciones $us 718,8 millones, lo que deja un déficit comercial de $us 168,6 millones. Asimismo, las exportaciones de gas natural entre 2014 y 2024 cayeron de $us 5.696 millones a $us 1.616 millones, lo que derivó en la falta de dólares que ahora necesita la economía.
La inflación es el aumento de los precios de bienes y servicios en una economía. La falta de dólares y su elevado precio en el mercado negro hace que importar bienes, producir o comercializar se encarezca y los precios de los productos en los mercados para el consumidor final se eleven como es el caso de los medicamentos, el pan de batalla, el almuerzo, el aceite comestible, la manteca, la carne de res o de pollo.
Asimismo, la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) paralizó la aprobación de créditos externos por $us 1.800 millones, que según el gobierno sería la solución al problema de la falta de escasez de gasolina y diésel. Este hecho demuestra que la gestión de Luís Arce Catacora, considera erróneamente que la salida al problema de la falta de dólares es con mayor deuda que debe ser cancelada por los bolivianos con sus impuestos a futuro.
Por tanto, la inflación de los precios de los productos de la canasta familiar radica en la falta de dólares en la economía y mientras esta situación persista, los bolivianos de a pie deberán comprar hoy un medicamento a Bs 20, pero mañana podría subir a 30 o la unidad de huevo que hoy vale Bs 1,30 y la próxima semana podría costar Bs 1,50. A su vez, las filas de vehículos ante las estaciones de servicio por gasolina y diésel continuarán porque no se soluciona el tema de la escasez de la divisa estadounidense.
Esta situación ahonda en la pobreza de miles de familias bolivianas, el desempleo, el desencanto social y la violencia en las calles, lo cual no puede ser soslayado por los agentes políticos que toman decisiones en el Estado. Creer que la inflación se soluciona con poses políticas es el camino fácil, pero la salida radica en respuestas estructurales que no serán asumidas por el actual gobierno porque demostró no tener el suficiente valor para ello.
Propuesta
Es menester la implementación de un nuevo modelo económico productivo que atraiga la inversión privada nacional o extranjera para aumentar la productividad, lo cual permita elevar la oferta de bienes y servicios con el objetivo de bajar la inflación. Esta tarea deberá realizar el próximo gobierno que sea elegido en las elecciones de agosto.
Se debe garantizar la provisión de combustible para el sector agropecuario con el objetivo de garantizar la suficiente oferta de alimentos en el mercado interno, la reducción del gasto corriente en el aparato gubernamental, lo cual se traduce en la reducción del número de ministerios, la disminución de salarios y de funcionarios, así como el cierre o transferencia al sector privado de las empresas estatales deficitarias.
Asimismo, la lucha contra el contrabando a la inversa y la aceptación de créditos externos para sobrepasar el momento. En el ámbito de la política fiscal, es necesario que los cooperativistas auríferos y los cocaleros tributen al fisco de forma proporcional a las ganancias que obtienen.
Finalmente, es importante que los mineros cooperativistas auríferos y cocaleros tributen al fisco de forma proporcional a las ganancias que obtienen, asimismo, se impulse las exportaciones con nuevos mercados y menos restricciones y otorguen incentivos al sector del turismo porque el objetivo es generar dólares para la economía.